1-¿Cómo ve el mercado reasegurador argentino actual?
El mercado está en un estado de expectativa positiva, con cierto grado de ansiedad. El sistema actúa en directa relación con la actividad económica; la perspectiva de reactivación en el crecimiento, nuevas inversiones y obras de infraestructura es música para los oídos de todos los sectores de la actividad Aseguradora y Reaseguradora. Hay aspectos operativos que también necesitan resolverse buscando la manera de hacer una transición ordenada desde un marco “reglamentarista”, hacia un nivel operativo más eficiente y abierto. Esto es posible. No es necesario destruir y hacer de nuevo, bastará identificar en donde la normativa demostró ser ineficiente, contradictoria o directamente poco práctica y mejorarla. Tampoco hay que confundir libertad con libertinaje, los controles deben existir, pero la rueda ya está inventada. Bastará con aplicar mecanismos de control razonables y dejar que el mercado actúe como tal. Un mercado abierto operando bajos normas claras, controles estrictos y buena práctica, redunda en beneficio de los Asegurados, que son los que verdaderamente sostienen el sistema.
2-¿Qué aspectos de la normativa de reaseguros actual considera que podrían modificarse para mejorar el funcionamiento del sistema reasegurador argentino?
Debería revisarse la relación entre la capacidad reaseguradora local y la capacidad – y expertise -, de los mercados internacionales. Las Reaseguradoras locales, en la medida que actúen como tales, son una opción interesante que permite resolver localmente muchas necesidades. Pero existen claras limitaciones tanto por una razón de capitalización, capacidad o por el tipo de riesgo, en donde necesariamente debe recurrirse al mercado internacional. Circunscribir la oferta de reaseguro extranjero a una lista de “admitidos” no parece ser una buena medida. Si bien la lista es generosa, estamos dejando de lado importantes reaseguradores y nuevas capacidades que pueden ser competitivas. Es claramente posible facilitar el acceso a esos mercados y al mismo tiempo exigir niveles de “security” mínimos. Hay mercados vecinos donde el uso de reaseguradores internacionales está regulado por su calificación por agencias serias e independientes como Standard and Poors, AM Best, o Moodys ; complementada con un registro en la Superintendencia de Seguros y la designación de un representante legal. Hasta ahí, estamos en un marco de protección hacia las Aseguradoras locales que no les restringe la oferta ni la calidad de la misma. Buscar mecanismos más complejos como la obligatoriedad de constituir sucursales o sociedades en el país, ha demostrado que no siempre atrae.
Los reaseguradores internacionales cualquiera sea el territorio en donde se establezcan, precisamente por ser internacionales, captan negocios de todo el mundo; si bien las nuevas capacidades están muy interesadas en desarrollar carteras de nuevos negocios en nuevos territorios, no van a modificar su estructura corporativa sólo para suscribir riesgos argentinos. No somos tan importantes como mercado. Acá la pregunta que cabe es si le sirve a los Asegurados argentinos que su riesgo sólo se pueda reasegurar con 77 empresas de reaseguro “admitidos” cuando posiblemente, -pensando en todos los ramos-, haya otras 30 o 50 que son igualmente sólidas y pueden tener interés en aceptar el mismo riesgo en términos más competitivos.
3-¿Cuál estima que será el horizonte hacia el cual se orientarán los posibles cambios en el marco normativo actual del reaseguro?
Es difícil predecir hacia donde se orientarán los cambios. Desde el punto de vista de una definición de la política de reaseguros, se impone una revisión que garantice operar sin restricciones o proteccionismos engañosos, sin por ello desproteger a la industria local,
y al mismo tiempo garantizar seriedad y transparencia en toda la gestión.
4-¿Qué expectativas tiene para el próximo ciclo de renovaciones de contratos de reaseguros en junio/julio de 2016? ¿Se vislumbran novedades en las condiciones respecto de la renovación del ciclo anterior?
4-1-¿Cual es la situación para las coberturas facultativas de alta exposición?
Los riesgos facultativos de alta exposición tienen una excelente oportunidad de colocarse cada vez mejor con coberturas más amplias y a precios cada vez más competitivos. Esto lo pauta el mercado internacional en donde sigue habiendo exceso de capacidad, y mucho interés en ampliar la base territorial de las carteras. Una reactivación económica con acceso franco a todos los mercados serios y reglas claras y sencillas para el manejo de primas y siniestros en forma eficiente, nos dará la oportunidad de trabajar en precios y condiciones beneficiosas para los Asegurados originales.
Aún en casos de compleja siniestralidad vemos que es posible colocar cualquier riesgo en el mercado internacional y obtener términos razonables. Quizás aquí quepa una reflexión de carácter operativo en donde el mercado local aún debe mejorar el nivel de presentación de los riesgos. El exceso de capacidad es una realidad, pero no implica un cheque en blanco o suscripción ciega, la mejor manera de aprovechar el exceso de capacidad es mejorar la calidad en la presentación de los riesgos. Si se trata de riesgos con buena siniestralidad se obtendrán términos más competitivos; si por el contrario se trata de riesgos con alta siniestralidad, – y el mercado los tiene- se podrá mitigar el aumento de prima. Este es un terreno en donde los intermediarios de Reaseguro claramente agregan valor, son la mejor opción para acceder a los mercados tradicionales y a las nuevas capacidades y en términos objetivos, su gestión es casi irremplazable para cubrir todos los mercados y obtener condiciones competitivas.
5-¿Con la apertura del ‘cepo cambiario’ se levantaron todas las trabas para efectuar los pagos a los reaseguradores del exterior (giro de divisas)? ¿Persiste algún tipo de límite a las transferencias? ¿Cuáles? ¿Cómo es ahora el mecanismo para el giro de divisas al exterior?
Se podría decir que una asignatura pendiente es la adaptación de la actividad reaseguradora a la nueva política cambiaria. La operativa de reaseguros local tuvo que enfrentar y en parte todavía enfrenta, serias dificultades para cumplir con los vencimientos de pago de primas al exterior, muchas primas se pagaron vencidas y en algunos casos hubo siniestros que complicaron bastante la operatoria.
Algunos reaseguradores comenzaron a restringir la suscripción de riesgos argentinos por las dificultades y atrasos en el cobro de las primas. Hoy día la autoridad monetaria permite la libre adquisición de divisas para ahorro de empresas y particulares. Sin embargo, en la industria reaseguradora se mantienen estrictos controles de autorización para el giro de las primas a los reaseguradores del exterior con el agregado de que los intermediaros no pueden cumplir con la función de pago de primas y cobro de siniestros como lo hacen en todas partes del mundo. Es función del intermediario la administración de la colocación del riesgo durante toda la vigencia, esto incluye cobrar primas, pagar siniestros, y también compensar saldos con reaseguradores y cedentes. Se argumenta que subsisten aún restricciones que impiden que las cedentes paguen las primas en US Dólares a los intermediarios de reaseguro locales y esto hace que el procesamiento de los pagos de prima al exterior sigan siendo extensos y complejos. Esto debería revisarse.
En los últimos años se lograron avances interesantes en la digitalización de las operaciones, por lo que existe un registro claro y detallado de cada cesión al exterior.
En base a este registro, sería aconsejable revisar la operatoria, agilizarla y esclarecer con las autoridades monetarias, que las empresas locales pueden manejar transacciones con divisas extranjeras en operaciones que están debida y ampliamente registradas; volviendo así a un sistema de administración ágil y eficiente, en sintonía con todos los mercados internacionales.
6-¿Puede decirse que continua un mercado reasegurador internacional con sobreoferta? En caso afirmativo, ¿habrá posibilidades de reducción de tasas?
Sin duda que la sobre oferta existe, y aquí hay que distinguir entre mayor capacidad en los mercados tradicionales y nueva capacidad con nuevos operadores. Por distintas razones, estos dos grupos buscan mantener carteras o crear nuevas. El carácter no catastrófico del negocio argentino lo posiciona en un lugar más que interesante. Obviamente no todos los riesgos son buenos, pero los mejores tendrán ventajas sea en precio o en condiciones, -léase deducibles más bajos o ampliación de cobertura -, y los no tan buenos podrán mantener cobertura con aumentos de precios razonables en función de la siniestralidad que hayan tenido. Vale reiterar que debemos tener un acceso franco a las opciones de capacidad disponible para que esta coyuntura internacional, que los analistas anuncian se mantendrá por bastante tiempo, resulte en una ventaja real para los clientes.